En esta fotografía se ven todos los componentes desmontados del sistema de frenos.
Quitando el guardapolvos del tubo de admisión del aceite hidráulico desde el depósito.
Una vez quitada el circlip de seguridad y el propio tubo, se observa la junta tórica que asegura la estanquidad y la suciedad acumulada en el alojamiento.
Detalle de dicha tórica y la comentada suciedad.
Los componentes una vez limpios.
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domingo, 29 de septiembre de 2019
miércoles, 25 de septiembre de 2019
Proyecto Yamaha FZ 750 (XXXIV)
Esta vez le toca el turno al sistema de frenos delantero.
Pertenece a una Yamaha R1 de carburación ya que, como la horquilla a montar en este proyecto pertenece a dicho modelo, lo mejor es usar todo el sistema de frenos del mismo y evitar problemas de adaptación y demás.
En estas primeras instantáneas se puede ver el estado en el que llegó a mis manos.
Primer plano de las pinzas en un muy buen estado (incluye pastillas que tendré que revisar aunque, lo mejor, es sustituirlas por unas nuevas).
Idem con la maneta.
Depósito de aceite hidráulico y abrazadera de sujeción al semimanillar.
Primer plano de las pinzas por el lado por el que se accede a las pastillas.
Detalle de las propias pastillas.
Continúa...
Pertenece a una Yamaha R1 de carburación ya que, como la horquilla a montar en este proyecto pertenece a dicho modelo, lo mejor es usar todo el sistema de frenos del mismo y evitar problemas de adaptación y demás.
En estas primeras instantáneas se puede ver el estado en el que llegó a mis manos.
Primer plano de las pinzas en un muy buen estado (incluye pastillas que tendré que revisar aunque, lo mejor, es sustituirlas por unas nuevas).
Idem con la maneta.
Depósito de aceite hidráulico y abrazadera de sujeción al semimanillar.
Primer plano de las pinzas por el lado por el que se accede a las pastillas.
Detalle de las propias pastillas.
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lunes, 13 de septiembre de 2010
La maneta de freno...
Preparando el sábado pasado la Vespa para el Encuentro que tuvo lugar ayer domingo 12 de Septiembre (en próximas entradas mostraré lo que dió de sí...), quise tensar un poco el cable del freno delantero pues, debido al desgaste de las zapatas, la maneta llegaba a tocar con el puño del acelerador.
Lo tensé un poco y al ir a accionar la maneta para que asentara todo, rompió ésta por el enganche del terminal del cable. En la primera fotografía se observa la maneta rota.
En este detalle de la cabeza de la maneta puede apreciarse la zona de la rotura.
Otro detalle de la misma zona.
En cuanto desarmé la maneta me dí cuenta de lo que causó la rotura.
La siguiente instantánea muestra dos cables con sus correspondientes terminales: el de la derecha es el que estaba montado (debió cambiarse el original), el de la izquierda es el que tenía que haber sido montado, es el correcto. La razón: el terminal de la izquierda, en forma de pequeño barrilete, apoya en toda la periferia del alojamiento del mismo, en la cabeza de la maneta; el de la derecha, más apropiado para su uso en el mando del gas, sólo coge una parte de la horquilla que forma el alojamiento en la maneta y que, precisamente, es la parte por donde rompió.
En la siguiente instantánea puede verse la maneta rota y la recién comprada para su sustitución.
Puede apreciarse y adivinarse perfectamente la zona de rotura por donde cizalló la pieza.
Un detalle de la cabeza de la maneta nueva junto con el terminal del cable causante del desaguisado.
Ya sólo resta montar la maneta nueva con el cable adecuado para tener de nuevo todo en orden de marcha.
Lo tensé un poco y al ir a accionar la maneta para que asentara todo, rompió ésta por el enganche del terminal del cable. En la primera fotografía se observa la maneta rota.
La siguiente instantánea muestra dos cables con sus correspondientes terminales: el de la derecha es el que estaba montado (debió cambiarse el original), el de la izquierda es el que tenía que haber sido montado, es el correcto. La razón: el terminal de la izquierda, en forma de pequeño barrilete, apoya en toda la periferia del alojamiento del mismo, en la cabeza de la maneta; el de la derecha, más apropiado para su uso en el mando del gas, sólo coge una parte de la horquilla que forma el alojamiento en la maneta y que, precisamente, es la parte por donde rompió.
Puede apreciarse y adivinarse perfectamente la zona de rotura por donde cizalló la pieza.
Ya sólo resta montar la maneta nueva con el cable adecuado para tener de nuevo todo en orden de marcha.
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